La mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo en la naturaleza cuando éramos niños, trepando árboles, explorando rocas y bichos, o simplemente jugando juegos al aire libre con amigos. De lo que no éramos conscientes es de que estas actividades estaban realmente construyendo nuestros cerebros, cuerpos y personalidad para nuestro futuro. Hoy en día, una amplia investigación ha demostrado que la exposición a la naturaleza tiene numerosos beneficios a largo plazo.

Al estar fuera y rodeado de naturaleza, los niños experimentan un entorno cambiante y de flujo libre que estimula todos los sentidos. Algunos de los beneficios que podemos observar son:

 

Beneficios Intelectuales

El mundo natural es un gigantesco laboratorio de aprendizaje. Los niños son científicos innatos y les encanta experimentar los olores, sonidos y texturas del aire libre. La naturaleza ofrece innumerables oportunidades para el descubrimiento, la creatividad, la resolución de problemas y la educación.

Interactuar con entornos naturales permite a los niños aprender experimentando. En la naturaleza, los niños piensan, cuestionan y hacen hipótesis, desarrollando así mentes inquisitivas. Ya sea que estén juzgando la distancia entre dos rocas antes de saltar o considerando a dónde van los insectos en el invierno, los niños están constantemente pensando cuando están en la naturaleza. Estas experiencias ofrecen un aprendizaje real y auténtico difícil de conseguir a través de otros medios. A medida que los niños asumen riesgos, lo intentan y fracasan, y lo vuelven a intentar, adquieren resiliencia y confianza.

 

Beneficios Emocionales

Estar fuera hace que nos sintamos bien. Los niños son libres de explorar, moverse y hacer ruido, formas de auto-expresión que a menudo están restringidas en el interior. En la naturaleza, los niños pueden correr, saltar, subir, rodar y gritar, lo que relaja y reduce la tensión, la ansiedad y la inquietud.

Además, la naturaleza realza un sentido de paz y a menudo saca a relucir cualidades nutritivas en los niños. Muchos niños enérgicos se detienen para cavar un agujero en la arena, ver a una mariquita gatear, o pasar tiempo centrado jugando con un palo en un charco de barro. Varios estudios han encontrado que la exposición a la naturaleza puede reducir los síntomas del TDAH y la ansiedad.

 

Beneficios Sociales

Cuando los niños juegan al aire libre puede haber oportunidades para interactuar con nuevos y diferentes compañeros de juego. En la naturaleza, los niños pueden jugar solos o conectarse entre sí, aprender a compartir y resolver problemas. En el mundo natural, los niños a menudo colaboran para crear juegos y reglas porque no hay conjuntos prescritos de instrucciones. Al explorar fuera, los niños en edad escolar pueden no estar muy cerca de los adultos, lo que les da tiempo para establecer sus propias reglas y resolver sus propios problemas sin inhibición.

A menudo, cuando se involucran en el mundo natural, incluso los niños bulliciosos y activos pueden desacelerar y aprender a concentrarse. También pueden desarrollar empatía y llegar a consolar a un amigo que parece herido o triste.

 

Beneficios Físicos

El aire fresco del mundo natural es vigorizante y ofrece un sinfín de oportunidades para la actividad física, que, a su vez, construye cuerpos fuertes. La exposición a la luz solar significa que los niños absorben la vitamina D, que tiene muchos beneficios positivos, incluyendo contribuir a un sistema inmunológico fuerte.

El juego al aire libre también permite que un niño sea más activo físicamente que el juego en interiores, potencialmente quemando más calorías y contribuyendo positivamente al estado físico general del niño.

 

Beneficios Ambientales

Además de los beneficios individuales obtenidos por estar conectado con la naturaleza, hay un beneficio colectivo compartido por todos nosotros. Los niños de todo el mundo juegan afuera, creando una unidad de experiencias compartidas. Nuestros niños son futuros administradores de la tierra. Para criar adultos apasionados por la protección del medio ambiente y la preservación de nuestro planeta, primero deben desarrollar un profundo amor por él. La única manera de que los niños se sientan cómodos en la naturaleza es abriendo la puerta y dejándolos salir para explorar la maravilla y el asombro del mundo natural.

 

Si ya como adultos somos conscientes de la influencia positiva de la naturaleza en nosotros, viendo los beneficios que ésta produce en el desarrollo en los niños nos hace darnos más cuenta aún de su importancia. Para un niño lleno de curiosidad y deseoso por aprender, descubrir y explorar, no hay nada mejor que facilitarte todas las interacciones que pueda tener con ella en la medida que nos sea posible.

Comments are closed

Plataforma de Gestión del Consentimiento de Real Cookie Banner