Quizás lo primero que nos viene a la mente al ver este acrónimo es el arte, ¿verdad? Sin embargo, estas siglas vienen del inglés “Attention Restoration Theory”, o lo que vendría a ser la “Teoría de la Restauración de la Atención”

Esta teoría afirma que, a través de la exposición a la naturaleza, se consigue mejorar nuestra atención y capacidad de concentración.

 

¿Cómo surgió?

A finales de la década de 1980 y comienzos de los 90, fue un periodo en el que se estaba produciendo un rápido avance tecnológico y un aumento del entretenimiento en interiores. A medida que la gente, especialmente niños, pasaban más tiempo en casa, aumentaba la preocupación por la falta de tiempo en la naturaleza.

Stephen y Rachel Kaplan fueron quienes desarrollaron y comenzaron a popularizar el concepto de A.R.T. y decidieron llevar a cabo una investigación en la que pudieran dar respuesta a 3 preguntas básicas:

  1. ¿Es el efecto de la naturaleza sobre las personas tan poderoso como parece?
  2. ¿Qué hace que los entornos naturales sean tan atractivos?
  3. ¿Hay formas de diseñar, gestionar e interpretar los entornos naturales para potenciar sus influencias beneficiosas?

En su libroExperience of Nature” desarrollaron estos temas más en detalle.

 

¿Qué beneficios se obtienen?

El hecho de que pasemos cada vez más tiempo en espacios interiores es lo que ha despertado cada vez un mayor interés en este tema a lo largo de los años y que ha dado lugar a multitud de investigaciones.

Se ha comprobado que a través de estos entornos se reduce la fatiga mental y se produce una liberación del estrés acumulado. Pero no solo eso, sino que también tiene gran influencia en niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) consiguiendo que se reduzcan notablemente los síntomas.

 

¿Qué hace que un entorno sea restaurador/reparador?

La interacción con el medio ambiente lleva al restablecimiento de nuestra atención, nuestra energía y de nosotros mismos al experimentar o ver la naturaleza.

Los expertos han investigado y expuesto algunas pautas e información para ayudarnos a entender cómo aprovechar la oportunidad que ofrece la naturaleza para la restauración.

Según A.R.T, hay cuatro componentes clave para caracterizar un entorno como restaurador:

Alejamiento

No tiene por qué ser físico. Consiste en estar psicológicamente separado de las preocupaciones y demandas actuales, y distraído del entorno que está drenando la atención y energía.

Fascinación suave

Ambientes que mantienen tu atención sin que tengas que concentrarte o dirigirla de una manera determinada.

Envergadura

Un entorno debe resultar familiar y coherente para que sea restaurador. En este contexto, familiar no significa necesariamente que hayas estado antes en el mismo entorno, sino que es lo suficientemente similar a los lugares en los que has estado como para no sentirte incómodo, confuso o fuera de lugar.

Compatibilidad

Un entorno en el que se elija estar por motivación intrínseca y preferencia personal. La compatibilidad es mayor cuando se participa en una actividad que le es familiar.

Kaplan también señala otras seis dimensiones o aspectos de la compatibilidad:

  1. Distracción: el entorno no debe distraer porque sea muy estimulante, sino porque requiere poco esfuerzo para sumergirse en él.
  2. Déficit de información: un entorno restaurador no requiere que el individuo busque información para darle sentido; el individuo debe tener ya toda la información necesaria para entender y disfrutar del entorno.
  3. Peligro: el entorno no puede ser peligroso en ningún sentido de la palabra: ya sea físicamente o por miedo a parecer tonto o a actuar de forma inadecuada.
  4. Deber: no hay que sentirse atraído por el entorno por un sentido del deber o de la responsabilidad, sino por un deseo de disfrute y restauración.
  5. Engaño: no se debe experimentar una discrepancia entre la tarea que se está realizando y sus verdaderos sentimientos al respecto.
  6. Dificultad: el entorno no debe ser uno en el que haya que preparar o anticipar situaciones difíciles de llevar a cabo.

 

Si es cierto que los entornos naturales pueden mejorar nuestra atención, potenciar nuestra capacidad de resolución de problemas, aumentar las emociones positivas y reducir el impacto del estrés, sería un punto importante a favor de la incorporación de elementos naturales en el lugar de trabajo, en los colegios y universidades o en los entornos urbanos en general.

La naturaleza es muy rica y versátil, ¿sabes la gran cantidad de formas distintas en las que se puede incorporarla en tu centro?

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